Cinco jornadas, sólo cinco
partidos, o lo que es lo mismo quince puntos en juego, y el SpVgg Greuther
Fürth ve su gran objetivo al alcance de la mano ya que con lo poco que le queda
al campeonato distancia al tercero en nueve puntos (el tercer clasificado juega promoción
de ascenso contra el antepenúltimo de la Bundesliga). Algo muy raro tendría que
pasar para que este clásico del fútbol alemán más arcaico pueda debutar en la
Bundesliga.
El Fürth nació en 1903 con el
nombre de SpVgg Fürth y cambió su denominación, a la actual, en 1996 cuando se
fusionó con el vecino TSV
Vestenbergsgreuth pasando a llamarse SpVgg Greuther Fürth. Su camiseta es a
rayas horizontales, inspirada en el Celtic de Glasgow, y el trébol de su escudo
es en un guiño hacia el equipo de los irlandeses de escocia. El club del Trébol
fue uno de los primeros clásicos del fútbol germano, contando con tres
campeonatos de liga (1914, 1926 y 1929) previos a la creación de la Bundesliga (1963), llegando incluso a aportar
jugadores a la selección (a lo largo de su historia ha aportado 21 jugadores).
Un dato curioso a destacar es cuando en 1924 el combinado alemán estuvo formado
sólo por jugadores del Fürth y del Nürnberg. Los dos clubes tenían y tienen una
gran rivalidad y los integrantes de cada equipo se vieron obligados a descansar en
habitaciones separadas. Incluso, una de las estrellas del equipo en aquellos
años, tuvo que abandonar el club al casarse con una vecina de Nürnberg. El
Fürth, es también, uno de los pocos equipos que se enfrentaron a Boca Juniors
en la gira de los argentinos por Europa en los años veinte. Aquel partido entre
bonaerenses y bávaros acabó con un 7 a 0 para los del barrio de la boca. Otra curiosidad entorno a este Club es la vinculación del ex-Secretario de Estado de los EEUU con Nixon y Ford, Henry Kissinger quien formó parte del SpVgg Fürth durante mucho tiempo, antes de emigrar a América.
Finalizada la S.G.M, el club entró en una espiral de problemas
económicos y ya nunca más volvió a ser lo que fuera con anterioridad. Descendió
por primera vez a la segunda categoría y a la hora de crear la Bundesliga se
encontraba fuera de la élite del fútbol alemán. Casi cincuenta años después de
la creación de la nueva liga de fútbol germano, el Trébol se encuentra muy cerca
volver a un lugar en el que ya estuvo pero que hoy ya muy pocos recuerdan. Fürth está más cerca que nunca de poder presumir de tener a su equipo entre los más grandes de Alemania.
Henry Kissinger con una camiseta del Greuther Fürth |
En 1997, tras la fusión con el TSV, accedió a la Bundesliga II y desde
aquel instante busca un ascenso que no da llegado, hasta ahora. Su puesto más
bajo desde su llegada en 1997 a la segunda categoría es un 11º (hace dos
años), habiendo quedado en siete temporadas 5º, siendo 9º en
dos ocasiones y 4º (el año pasado), 6º, 7º, 8º y 11º una vez. Este año, el puesto más bajo que ha ocupado desde la jornada tres es el quinto, habiendo sido líder en trece de las veintinueve jornadas disputadas hasta hoy. Además del buen trabajo realizado por el equipo entrenado por Michael Büskens en el campeonato regular, hay que destacar también la gran temporada hecha en la DFB Pokal, donde se llegó a semifinales y se quedó eliminado en el último suspiro por el líder de la Bundesliga, el Borussia Dortmund. En esa DFB Pokal, más allá de eliminar a equipos de categorías inferiores, dejó fuera a Nürnberg y Hoffenheim para plantarse en semifinales.
Definitivamente parece haber llegado la hora del Kleeblätte y el Trolli Arena espera con impaciencia poder disfrutar, en la máxima categoría, de las visitas de sus sempiternos rivales del Nürnberg o de sus también vecinos bávaros del Bayern München o el Augsburg, aunque estos últimos aún tiene que asegurarse la permanencia. Aunque, eso sí, primero hay que cerrar matemáticamente ese ansiado ascenso. Fürth vibra, el Trébol está muy cerca de hacer historia.
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